Hoy escribimos sobre un tema que forma parte de la discusión social en este momento, unas pensiones dignas. 

Entre los trabajadores asalariados y autónomos hay una diferencia de cuantía percibida del 37% en cuanto a pensiones, cerca de 500 euros mensuales. Esta es una diferencia abrumadora, y una reivindicación clave de las y los autónomos, pero lo cierto es que la brecha salarial hace que las mujeres autónomas tengan una pensión aún más baja. En septiembre de este año existía una diferencia entre hombres y mujeres de casi un 28% que se traduce en 200 euros menos mensuales.  Una pensión que no nos permite envejecer con dignidad.

¿Por qué se da esta situación? 

Existe una desigualdad entre trabajadores autónomos y asalariados que se ve triplicada cuando somos mujeres, autónomas y nos hemos visto obligadas a hacer una carrera de cotización precaria. En agosto de 2018 la pensión media de un trabajador autónomo era de 764€ mientras que la de una mujer autónoma era de 550€.

La brecha salarial no sólo condiciona la carrera de cotización si no que hay otros tantos obstáculos que afectan a las mujeres a la hora de jubilarse. Entre otros muchos factores, hay que tener en cuenta el dato de que el número total de colaboradores familiares (figura del autónomo/a) en la Seguridad Social es de 198.499 personas. De ese total 88.879 son hombres y 109.620 son mujeres, la gran mayoría dedicados al sector servicios. Un sector con mucha precariedad y en el cual la mayoría cotiza en base mínima. La tasa de temporalidad de los contratos o de las cotizaciones es del 7,8% en el caso de los hombres, y del 25,3% en el caso de las mujeres, más del triple. La cotización al RETA con base mínima es un factor que condiciona al autónomo pero aún más si eres mujer. Un 36,6% cotiza en base mínima, lo que se traduce en 919€ mensuales.

En conclusión, las mujeres autónomas nos encontramos en una situación donde las desigualdades laborales se suman y dan como resultado una pensión que no se corresponde con el esfuerzo realizado durante toda nuestra vida. Esta realidad debe y va a cambiar ya que las últimas actualizaciones del RETA indican que hay más mujeres dándose de alta como autónomas que hombres. Las organizaciones en defensa de los derechos de las y los autónomos han puesto sobre la mesa una propuesta sobre la justa cotización, que debe ser escuchada. Puedes leer más sobre esto aquí.